América Latina tiene condiciones excepcionales para biocombustibles

El profesor Forsthoffer Julius, de la Universidad Técnica Eslovaca de Bratislava, dijo que Europa no puede abastecerse de suficiente etanol para el mercado de los carburantes y tendrá que buscarlo en América Latina.

En declaraciones a Prensa Latina, Julius señaló limitaciones en la agricultura europea para satisfacer la creciente demanda de ese aditivo. Una tonelada de aceite para convertirlo en biodiesel, explicó, necesita de tres toneladas de semilla como promedio.

Las condiciones climatológicas de la región hacen factible esta nueva producción -precisó-, especialmente en México, Venezuela, Cuba y otros países de la América Central.

Los europeos no pueden competir con América Latina porque las fuentes naturales del Nuevo Continente son superiores para una agricultura intensiva, y el etanol, en definitiva, tiene un origen agrícola, puntualizó.

Ustedes tienen en América Latina a la caña de azúcar, al maíz, que son más competitivos que la colza o el trigo de nosotros los europeos, precisó el profesor eslovaco.

Si se tienen en cuenta los cultivos, la demanda de alimentos y la reposición de los campos, entonces se concluye que las tierras libres del Viejo Continente para plantaciones de cobertura, con destino al etanol, son pocas, agregó.

Sería necesario intensificar las producciones agrícolas para obtener por lo menos un rendimiento duplicado de las cosechas, y el estado de las tierras hace difícil lograrlo en Europa, acotó.

Las estadísticas demuestran, argumentó, que la producción total de trigo, cebada, centeno, remolacha, oleaginosas y maíz tendrá que avanzar bastante en Europa para satisfacer la demanda de alimentos y de una industria de biocombustibles.

Otra dificultad, dijo, son las actuales negociaciones en el marco de la Organización Mundial del Comercio, porque la tendencia es a reducir la ayuda estatal y las subvenciones, cuando sin el interés de los gobiernos es imposible potenciar los rendimientos por hectárea.

El catedrático subrayó que los estudios de materias lignocelulósicas (recubrimientos de frijoles y semillas) no tienen suficiente referencia industrial, por lo que aún debe investigarse mucho antes de proceder a inversiones cuantiosas.

Al referirse a la calidad del producto indicó que la cuestión es si el bioetanol tiene un valor de combustión igual a la gasolina, porque en Estados Unidos, por ejemplo, los automovilistas se quejan de que con el primero hacen más viajes a los servicentros.

Desde luego, reconoció, puede llegar a ser mucho más barato que el petróleo, y sería un avance extraordinario en beneficio del medio ambiente y de las personas, y las inversiones siempre estarán por debajo de los multimillonarios costos para construir refinerías.

Indicó que las directivas de la Unión Europea buscaban la utilización de dos por ciento de biocombustibles para 2005 y ahora la meta es de 5,75 por ciento para el año 2010.

En Alemania estarán en funcionamiento para 2007 tres nuevas plantas productoras, con capacidad de 500 mil toneladas anuales, y en Italia varias industrias reconstruidas aportarán otras 80 mil toneladas, acotó.

En Francia la capacidad planificada prevé 320 mil toneladas para el año próximo y en España se pondrá en marcha una planta más, con 160 mil toneladas, que se agregará a las dos existentes, indicó.

Pero enfatizó que pese a las nuevas plantas industriales la mayoría de los países no cumplirán con las obligaciones contraídas en la Comunidad, en lo fundamental por la carencia de materia prima.

En Europa falta el material agrícola, las plantas para destilar e incluso el interés por los aditivos, afirmó, porque se considera mejor negocio el del petróleo y sus derivados.

El profesor Forsthoffer reconoció que tanto en Europa como en América hay que tener en cuenta la protección de los suelos, el uso de fertilizantes y herbicidas, de la contaminación de las aguas subterráneas, y la compactación de las tierras.

Todos esos elementos, propiamente agrícolas, entrarían en juego con la producción de los biocombustibles y el etanol, porque sus orígenes están en los campos cultivados, concluyó.

Fuente: Agencia Prensa Latina
Material enviado por: Ing. Abraham Martinez F
Estudiante de la Maestría TRANSLOG.


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